Este año, a nuestro jefe le tocó organizar el congreso de la Sociedad Europea de Farmacología del Comportamiento. Por suerte había varios estudiantes disponibles para ayudar así que nosotros nos fuimos de alivio. Acá está parte del equipo, registrando a los asistentes al congreso:
Javier se ve muy orgulloso presentando su poster. En el congreso había participantes de quince nacionalidades distintas y Chile quedó muy bien representado!
Bueno, no todo va a ser ciencia... así que el resto de este blog ilustra las actividades sociales que hicieron de este congreso una experiencia requete entretenida. El primer día hubo una recepción en la galería de arte de la universidad. Había quesos y vinos y música en vivo... la arpista es una de las estudiantes de verano de nuestro laboratorio (ven que a todos los cabros chicos les tocó pega?)
El día siguiente tocaba paseo a la famosa destilería de Whiskey Jameson. Conocimos el antiguo proceso de producción en un tour muy completo. Estos pequeños toneles se usaban para la fermentación de la cebada:
El alambique más grande del mundo se encuentra en la destilería Jameson. Nótese que la foto no está tomada en perspectiva... los pies de la modelo efectivamente están tocando la mole de cobre (será chileno el cobre que usaron?)
Y este es el whiskicito en distintas etapas de maduración...desde algunos meses hasta 12 años. Jameson también produce whiskey de 18 años, pero ese barril no alcanzó a aparecer en la foto! Si se fijan, además de oscurecerse, se va evaporando con el tiempo. Y el barril absorbe un poquito también, como nos explicaron en el tour.
La visita no podía estar completa sin una degustación del producto final. Se trataba de comparar Whiskey, Scotch y Bourbon (osea los destilados producidos en Irlanda, Escocia y EEUU, respectivamente). Pobre Javier, cómo mira con susto tanto vasito!!
Salú miércale!
Él sostiene que el mejor licor era el irlandés. Acá el diploma que certifica su estado etílic.... ehhh, perdón, su experiencia en degustación.
Y estas son las caras de felicidad de una francesa y una chilena después de comer una cena realmente deliciosa en la misma destilería.
Salú miércale!
Él sostiene que el mejor licor era el irlandés. Acá el diploma que certifica su estado etílic.... ehhh, perdón, su experiencia en degustación.
Y estas son las caras de felicidad de una francesa y una chilena después de comer una cena realmente deliciosa en la misma destilería.